YO DIGO NO A LA VIOLENCIA MACHISTA
La violencia contra las mujeres es de muchas formas:
física, sexual, psicológica y económica. Estas formas de violencia se interrelacionan y afectan a las
mujeres desde el nacimiento hasta la edad mayor. Algunos tipos de violencia,
como el tráfico de mujeres, cruzan las
fronteras nacionales.
Las mujeres que experimentan violencia sufren de una
variedad de problemas de salud y se disminuye su capacidad para participar en
la vida pública. La violencia contra las
mujeres afecta a familias y comunidades de todas las generaciones y refuerza
otros tipos de violencia prevalecientes en la sociedad.
La violencia contra las mujeres también agota a las mujeres, a sus familias, comunidades y naciones.
La violencia contra las mujeres no se confina a una
cultura, región o país específico, ni a grupos particulares de mujeres en la sociedad. Las raíces de la violencia contra la mujer yacen en la discriminación persistente contra las mujeres.
Hasta el 70 por ciento de mujeres experimenta
violencia en el transcurso su vida.
La violencia de género ha sido y sigue siendo un delito invisible, oculto en demasiadas
ocasiones por una aparente felicidad conyugal. Para darnos cuenta de la
gravedad de la situación debemos remitirnos a la cifras:
1 de cada 7 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia física o psíquica a lo largo de su vida, 603 millones de mujeres y niñas viven en
países donde la violencia doméstica aún no es considerada delito, al
menos 1 de cada 4 mujeres han sufrido violencia de género durante el embarazo, alrededor de 60 millones de niñas en el
mundo son obligadas a casarse con menos de 18 años, concretamente en España, en lo que
va de año, más de 40 mujeres han fallecido a manos de sus parejas... Hechos que nos dejan heladas y que evidencian que todavía queda mucho por hacer. Aunque son cada vez más las mujeres que se atreven a poner nombre y apellidos a la violencia
doméstica, el número de mujeres que callan es muy
superior al de las que se atreven a hablar. El miedo, la insuficiente protección y el escaso amparo que reciben por parte de la ley son algunas de
las causas principales que paralizan a las víctimas. Es por eso que cada 25 de noviembre tiene lugar el Día Internacional contra la Violencia de Género con los
objetivos de concienciar y erradicar este grave problema que es una lacra para
la sociedad.
Pero,
¿sabes cuáles son los orígenes del Día Internacional contra la Violencia de Género?
La violencia de género ha sido y sigue siendo un delito invisible, un acto de cobardía oculto en demasiadas ocasiones por una aparente felicidad conyugal.
De puertas para afuera impera la felicidad, pero de puertas hacia dentro, todo
es una horrible pesadilla. Aunque son cada vez más las mujeres que se atreven a poner nombre y apellidos a la violencia
doméstica. Es por eso que el próximo 25 de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia de Género. Pero, ¿sabes cuáles son los orígenes de esta celebración?
El nombramiento se produjo en 1981, dentro del
marco del 1 Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe, celebrado en Bogotá. La fecha
del 25 de noviembre fue elegida como conmemoración del asesinato en 1961 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por la policía secreta del gobernante dominicano Rafael Trujillo. Sus cadáveres destrozados aparecieron en el fondo de un precipicio. Para el
movimiento popular y feminista de República Dominicana históricamente estas mujeres han simbolizado la lucha y la resistencia. En
ese encuentro, por primera vez en la historia las mujeres levantaron la voz
para denunciar el maltrato hacia el sexo femenino, denunciando la violencia de
género a nivel doméstico, el acoso sexual, la tortura y los abusos sufridos por prisioneras
políticas.
Estos son algunos testimonios de mujeres que han sufrido violencia de género.
Fuentes: Naciones Unidas ; enfemenino.com
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